El aire comprimido es una mezcla de gases, fundamentalmente se trata de nitrógeno (78%) y oxígeno (21%) y se compone de diferentes moléculas de aire que tienen cierta cantidad de energía cinética.

Comprimir el aire que hace que las moléculas se muevan más rápidamente, lo que aumenta la temperatura. Este fenómeno se denomina “calor de compresión”.

Comprimir aire es literalmente, forzarlo a entrar en un espacio más pequeño y como resultado, se atraen las moléculas entre sí. La energía que se libera al hacer esto es igual a la energía necesaria para forzar el paso del aire al espacio más pequeño. En otras palabras, almacena la energía para un uso futuro.

El aire comprimido es un medio excelente para almacenar y transmitir energía. Es flexible, versátil y relativamente seguro en comparación con otros métodos de almacenamiento de energía, como las baterías y el vapor.

Las baterías son voluminosas y su carga tiene una duración limitada. El vapor, por otro lado, no es rentable ni fácil de usar (se calienta muchísimo). Sin embargo, si comparamos el aire comprimido con la electricidad, esta última es más rentable.

Artículo creado con información de Atlascopco.com.mx.